Los problemas de humedades en techos y paredes son más frecuentes de lo que la gente piensa.
Vivir en una casa implica calidez, abrigo, resguardo del clima.
Cuando una casa deja de cumplir alguna de estas funciones se pierde calidad de vida en el interior. Y no hay nada peor que una gotera sobre nuestras cabezas.
Es desesperante ver como el agua entra a la vivienda, empieza a manchar techos, paredes, a estropear muebles, suelos y armarios. El problema no termina allí. Con el tiempo esas humedades se transforman en moho, que muchas veces empeoran el estado de salud de las personas con algún tipo de problema del aparato respiratorio, como asma o bronquitis.
Estas humedades que forman moho con el tiempo se enquistan en las paredes, se extienden a modo de cáncer doméstico, pudiendo proliferar incluso tiempo después de haber eliminado las filtraciones de agua y por paredes en las cuales no existía una entrada de agua.
El motivo de esto es que dicho moho tiene la particularidad de absorver la humedad ambiental, creando de este modo un microclima que favorece su crecimiento. Dicho de otra forma: una vez que se instala y crece, empieza a crecer «solo».
Cómo eliminar el moho de techos y paredes
La forma de eliminar dicho moho es a través de procedimientos químicos, pero previamente hará falta eliminar la filtración de humedades. Los productos químicos para eliminar el moho suelen estar al alcance de cualquiera y pueden ser comprados en las droguerías de cualquier barrio.
Lo primero que hay que hacer, luego de cortar la filtración de agua, es limpiar la zona con lejía común, sin perfumar, de la más barata. Dicha operación se repetirá dos o tres veces con el fin de matar las esporas, que de quedarse allí volverían a hacer florecer el moho a pesar de no existir ya una gotera.
Debemos tener en cuenta que la humedad ambiental se condensa en las paredes más frías de la habitación y que en las viviendas del último piso de un edificio suelen ser el techo y las paredes que colindan con la cara norte de la finca.
Una vez limpiada la zona con lejía, aclarada y seca, se procederá a la aplicación de una capa de pintura antimoho/antihumedad, con el fin de tapar las posibles manchas de humedad de la zona y que no vuelvan a aparecer sobre la pintura de acabado.
Cuando la pintura antihumedad haya secado, se procederá a la pintura de acabado, siempre a dos manos, sobre la zona afectada o la habitación entera si debe hacerse así. Se aconseja la adición de un producto fungicida añadido a la pintura, con el fin de eliminar por completo la posibilidad de reaparición de moho y esporas. Estos productos fungicidas son incoloros, no afectando a la coloración de la pintura de acabado.
Esperamos que estos consejos contra las humedades en techos y paredes les sean de utilidad.