BARNIZ PARA EXTERIORES.
Barniz, procede de la voz dialectal «berniz», y esta del bajo latín «veronix veronicis», en relación con la resina sandáraca, procedente de la ciudad egipcia de Beronice, con que se fabricaba este producto en la antigüedad. Acepta sinónimos como esmalte, tinte, y lustre, y concomitancias con vidriado, laca, charol, pátina, maque (laca) y mogate (barniz alfarero).
Los egipcios ya emplearon los barnices en la decoración de sus tumbas, y los griegos como protección de la madera de sus barcos contra el poder corrosivo de las sales marinas, pero su origen parece más probable en Oriente, en la India, China o Japón (donde el arte de barnizar se ha datado medio milenio antes de Cristo y con certeza desde el siglo tercero, como una técnica de origen coreano). Otras fuentes consideran que China y la India conocían los barnices mucho antes de que lo utilizasen los artesanos japoneses.
En los trabajos de mantenimiento y conservación de los elementos de madera de un edificio se suelen utilizar diversos productos para el embellecimiento de dicho material.
La madera es un elemento que necesita unos trabajos de conservación de forma periódica, ya que no solamente es atacado por los agentes atmosféricos, sino que además hay otros componentes biológicos que le afectan, como suelen ser los hongos, la carcoma y otros insectos que se alimentan de ella. El tratamiento adecuado de los elementos de madera, como barandillas, ventanas y puertas, es parte de los trabajos de rehabilitación de fachadas que nos suelen encargar las comunidades de vecinos.
Junto con los debidos tratamientos contra hongos y carcoma, se suelen usar productos que le confieren un acabado decorativo, destacando entre ellos el barniz. Es ampliamente utilizado para el embellecimiento de ventanas en las fachadas de los edificios. Su brillo y acabado liso al tacto hacen que sea uno de los productos preferidos por las personas que nos encargan reparar sus fincas.
A continuación les mostramos una carta con los colores de barniz más utilizados.
Además de los barnices, que se caracterizan por dejar una película translúcida, con más o menos brillo según el acabado, sobre el material, existen otros productos para el tratamiento de la madera de los elementos que van en fachadas exteriores.
Uno de estos productos es el protector decorativo de madera, que se caracteriza por no dejar película, sino que empapa la madera, penetrando en ella. Protege la madera contra la carcoma, hongos y en muchos casos tiene un aditivo que protege la madera contra los rayos UV. Este producto es muy utilizado en los países nórdicos, donde prefieren la funcionalidad del producto frente al elemento decorativo. Los productos que no dejan capa tienen una duración mayor que los que dejan, ya que con el tiempo el barniz tiende a formar escamas sobre el soporte, que no son otra cosa que el barniz que se va desprendiendo.